La importancia de la protección pasiva contra incendios

No suele estar a la vista y tampoco emite ningún sonido ni alarma. No sirve para apagar el fuego, pero permite salvar muchas vidas y bienes: hablamos de la protección pasiva contra incendios.

Este concepto alude al conjunto de medidas constructivas que permiten a un edificio resistir frente a los daños de un incendio durante un periodo de tiempo determinado.

Se denomina pasiva ya que las medidas implantadas no precisan de la intervención humana ni de ningún otro aporte energético complementario.

¿Cuál es el papel de la protección pasiva durante un incendio?

Debido a su papel preventivo, la protección pasiva tiene como objetivo facilitar el trabajo de los servicios de emergencia y evitar la rápida propagación del humo para evacuar de forma inmediata a los damnificados.

Dado que este tipo de protección debe ser incorporada desde el diseño del edificio, tanto el contratista como el equipo de gestión del proyecto deben estar involucrados en su correcta implantación.

Así, la protección pasiva conseguirá cumplir con sus objetivos de protección frente a incendios:

• Detener la progresión de los humos.
• Evitar la propagación de las llamas.
• Contener los efectos térmicos en el área.
• Mantener la estabilidad de los elementos estructurales.
• Facilitar la evacuación y extinción de las llamas.

Algunas soluciones a emplear

• Yeso natural. Con el fin de lograr una buena resistencia frente al fuego, muchos materiales estructurales requieren un revestimiento subyacente. Destacan las placas de yeso laminado, gracias a sus propiedades incombustibles.
• Morteros ignífugos. Aquellos fabricados con lana de roca, de perlita o vermiculita ofrecen soluciones frente a las llamas. Con ellos, se alcanzará una mayor resistencia al fuego de los elementos constructivos y se evitará su propagación.
• Poliestireno extruido. Aunque principalmente es conocido debido a sus excelentes propiedades aislantes, este material evita la propagación de las llamas ya que es auto extinguible.
• Uso de espumas, selladores y cortafuegos como soluciones de subdivisión.

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