El sector de la construcción está en constante evolución, ya que los avances en tecnología y la aparición de nuevos materiales han hecho que las prácticas y procesos de construcción sean cada vez más eficientes y sostenibles. Esto se traduce en edificaciones más seguras, resistentes y respetuosas con el medio ambiente. El cambio climático, además, ha propiciado que aparezcan nuevas formas de construcción que abogan por el medio ambiente. Una de ellas son las fachadas bioclimáticas.

¿Qué es una fachada bioclimática?

Las fachadas bioclimáticas son elementos arquitectónicos diseñados para mejorar la eficiencia energética de un edificio a través del aprovechamiento de los recursos naturales.

Así, esta estructura, se ubica en la fachada del edificio e interactúa con el clima y el entorno en el que se encuentra.

En consecuencia, uno de los principales objetivos de una fachada bioclimática es mejorar la eficiencia energética de la edificación. Lo consigue reduciendo la cantidad de energía que se consume para iluminar y climatizar el interior.

Para esto, se utilizan diferentes técnicas, como, por ejemplo, la instalación de paneles solares para la captación de energía limpia, la utilización de materiales con propiedades aislantes y la colocación estratégica de ventanas que permitan la entrada de luz natural.

¿Qué beneficios conlleva su instalación?

  • Eficiencia energética. Las fachadas bioclimáticas están diseñadas para optimizar la ventilación natural y la captación de energía solar, lo que reduce la necesidad de calefacción, refrigeración e iluminación artificial.
  • Confort térmico. Al controlar la cantidad de radiación solar que entra en el edificio y aprovechar las corrientes de aire naturales, las fachadas bioclimáticas pueden ayudar a mantener una temperatura interior agradable durante todo el año.
  • Iluminación natural. Las fachadas bioclimáticas maximizan la entrada de luz natural en el edificio, reduciendo la dependencia de iluminación artificial durante el día.
  • Adaptación al entorno. Su diseño suele integrarse con el entorno, utilizando materiales que respeten el medio ambiente y la estética del lugar.
  • Reducción de las emisiones de carbono. Al disminuir el consumo de energía, las fachadas bioclimáticas contribuyen a la reducción de emisiones de CO2 y ayudan a combatir el cambio climático.

¿Te gustaría saber más sobre arquitectura bioclimática? En Placomat resolvemos todas tus dudas. Ponte en contacto con nosotros y descubre más sobre el futuro del sector de la construcción.