El forjado de chapa colaborante es un tipo de forjado mixto, fabricado con una chapa de acero galvanizado, que actúa evitando su apuntalamiento ya es capaz de soportar por completo el hormigón mientras fragua.

Recibe el nombre de colaborante ya que este elemento funciona absorbiendo los esfuerzos de contracción del hormigón debido a los cambios de temperatura.

Descripción técnica

Los materiales de un forjado de chapa colaborante se disponen de tal manera que cuando se lleva a cabo su instalación, este resiste a las tensiones de tracción.

Durante el proceso de montaje, esta chapa grecada debe ser capaz de soportar por sí misma el peso del hormigón fresco hasta que fragüe.

Desde un punto de vista estructural, este tipo de forjado es unidireccional, ya que los nervios de la chapa son paralelos a una sola dirección y se deben apoyar en los bordes perpendiculares a este. Así, este sistema funciona mejor cuando se dispone mediante vanos aislados, que no tienen continuidad más allá de sus apoyos.

¿Qué ventajas presenta?

  • Rapidez de instalación. Gracias a que no necesita apuntalamiento, el tiempo de la obra se reduce.
  • Se amolda a una gran cantidad de casos prácticos.
  • No contamina. Está fabricado con acero, un material inerte que resulta no tóxico y no provoca transferencia de ningún tipo de componente hacia otros materiales con los que tenga contacto.
  • Relación resistencia-peso. Permite reducir el peso de la estructura donde vaya a ser instalado.

Instalación del forjado de chapa colaborante

  • Paso 1. Se coloca la chapa colaborante sobre la estructura metálica que funcione como base.
  • Paso 2. Se instala el mallazo.
  • Paso 3. Se vierte el hormigón sobre los elementos.
  • Paso 4. Es necesario esperar a que el hormigón se seque, para evitar deformaciones en la estructura.

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