El aislamiento es fundamental para mantener el bienestar, confort y salud óptimos de los inquilinos de cualquier vivienda.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), una de cada dos casas censadas en España se construyeron antes de 1980. Un año antes, en 1979, se publicaba la legislación NBE-CT-79, norma que exigió unas condiciones térmicas mínimas a la hora de construir cualquier inmueble.

Con el transcurso de los años, la necesidad de buscar soluciones eficientes para el aislamiento de viviendas ha contribuido a una mejora de las técnicas y materiales utilizados.

¿Quieres saber cómo mejorar el aislamiento de una vivienda ya construida? En Placomat te lo contamos. ¡Sigue leyendo!

Zonas a tener en cuenta para el aislamiento de viviendas

Cubierta

En cualquier edificación, el tejado es el lugar por donde más calor se escapa. Antes de llevar a cabo esta obra, es importante hacer una inspección del exterior para determinar que no haya grietas o filtraciones que puedan afectar al inmueble.

Para el interior, pueden instalarse falsos techos continuos. Como ya hemos explicado en anteriores blogs, se trata de una placa que se coloca a unos centímetros del techo original y que aísla del frío, el calor y el sonido.

Para la cubierta exterior, los paneles sándwich ofrecen muchas ventajas como aislante: protegen de las filtraciones de agua, resisten fenómenos meteorológicos extremos como nevadas y granizadas y son seguros contra el fuego. Además, ofrecen diferentes diseños: pueden encontrarse como perfiles metálicos, grecados o de teja.

Paredes interiores

Aumentar el confort en el interior a la vez que se reduce el gasto energético es uno de los objetivos a la hora de aislar las paredes interiores de una vivienda. La lana de roca ofrece aislamiento tanto térmico como acústico. El corcho o el poliestireno extruido evitan fugas de calor en invierno, protegen del sol en verano y funcionan como aislante acústico.

Fachada

Para el aislamiento de fachadas destaca el Sistema de Aislamiento Térmico de Exterior (SATE). Este método se caracteriza por la realización de un revestimiento aislante en el exterior de la portada, que se protege con un mortero. Después, se aplica un acabado final que se ajuste al estilo del inmueble.

Entre sus ventajas, encontramos no sólo el ahorro energético, sino también el cuidado del medioambiente, el confort, la mejora de la acústica e impermeabilidad.

Si estás buscando un almacén de referencia con productos para el aislamiento de inmuebles, en Placomat contamos con una gran variedad y los mejores materiales. Contacta con nosotros y te daremos toda la información que necesites.