Refuerzo de estructuras con mallas de fibra de vidrio

Diferentes tipos de mallas de fibra de vidrio.

Las mallas de fibra de vidrio son productos utilizados en una amplia gama de aplicaciones en la construcción.

Estas mallas están formadas a partir de hilos de fibra de vidrio, tejidos en una malla flexible y resistente. El resultado final es una red cuyo uso es muy frecuente para la construcción de todo tipo de edificaciones.

Sus características y ventajas

En la actualidad, estos elementos no pueden faltar en ninguna obra, gracias a las ventajosas características que poseen: tratamiento antialcalino, estabilidad, elasticidad y resistencia al fuego. Además:

  • Previenen el surgimiento de microfisuras, fisuras y grietas en las superficies de las estructuras construidas.
  • Funcionan como refuerzo de membranas líquidas, membranas asfálticas y materiales de impermeabilización.
  • Las mallas de fibra de vidrio se utilizan para reforzar superficies como paredes, techos, suelos y revestimientos. Al aplicarse con resina o mortero, aumentan la resistencia y la durabilidad de la estructura.
  • Resisten a impactos y también a la tracción.

¿Qué tipos de mallas de fibra de vidrio existen?

¿Qué parámetros deben cumplir?

Al tratarse de un material destinado al refuerzo de estructuras, las mallas de fibra de vidrio deben cumplir con unos requerimientos para que su funcionamiento sea el adecuado:

  1. Alargamiento, cuyo valor debe ser lo más bajo posible, ya que debe ser resistente a las tensiones.
  2. La fuerza del tejido, que debe tener un valor mínimo de 2000N por cada 5 cms.
  3. La resistencia a los metales alcalinos, para lo que se utiliza un recubrimiento del tejido para proteger a las fibras de los efectos de la alcalinidad.

Algunos consejos prácticos

  • Para la colocación de tiras adyacentes de malla, deben superponerse una al lado de la otra a una distancia de 10 cm.
  • Cuanto mayor sea el riesgo de daños mecánicos, mayor debe ser el gramaje de la malla utilizada.
  • Para una instalación excelente, es necesario seguir la regla 2/3, es decir, colocarla a 1/3 por debajo de la superficie.

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