En la actualidad, una de las exigencias del Código Técnico de Edificación (CTE), es la protección de las edificaciones frente a la humedad. Es decir, todas las construcciones deben estar correctamente impermeabilizadas para limitar así el riesgo de daños estructurales debido a la presencia indeseada de agua.

Para evitar las filtraciones en los edificios, la impermeabilización de cubiertas es una de las obras principales a las que se enfrentan los expertos del sector de la construcción.

Lo que dice el Código Técnico de la Edificación

Esta norma básica expone que la impermeabilización es obligatoria en todos los edificios, ya que forma parte del documento básico de Salubridad, que busca la reducción del riesgo de que los usuarios padezcan enfermedades causadas por problemas en la edificación, como pueden ser problemas respiratorios por la aparición de humedades, por ejemplo.

Así, el CTE asume que las construcciones deben contener elementos que impidan la penetración del agua al interior del edificio y sistemas de evacuación al exterior.

Zonas estratégicas para la impermeabilización

  • Las cubiertas están continuamente expuestas a fenómenos meteorológicos como precipitaciones, granizo o nieve. Por ello que deben contar con una gran resistencia frente a los elementos exteriores.
  • Para evitar la humedad por capilaridad, los muros enterrados y cimientos deben contar con una buena impermeabilización, ya que, al estar en constante contacto con el suelo, se convierten directamente en puntos débiles de las viviendas.
  • Según la humedad presente en la zona donde esté ubicada la construcción, será necesaria incluir una capa impermeabilizante bajo el suelo, además de otras medidas de protección como baldosas aislantes.
  • Al igual que las cubiertas, las fachadas están en contacto continuo con el exterior, por lo que para evitar las filtraciones de agua debe reducirse la humedad en la zona a través de la instalación de materiales impermeabilizantes.

Productos para la impermeabilización que encontrarás en Placomat

  • Láminas asfálticas. Fabricadas a partir de sustancias bituminosas, este tipo de materiales pueden tener diferentes acabados: arena, plástico, autoadhesivo… Cada uno de ellos, especial para la superficie donde vayan a instalarse.
  • Baldosas aislantes. Principalmente diseñadas para cubiertas, este tipo delosas reducen el salto térmico a la vez que impermeabilizan la zona.
  • Láminas geotextiles. Ideales para zonas de tránsito elevado, como pueden ser terrazas o cubiertas ajardinadas. Además, pueden utilizarse como base para la construcción de piscinas y canaletas.

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